Septiembre , uno de los peores meses . Ya no solo por el adiós al relax, al calor y a las vacaciones; sino por la vuelta a la rutina y la vuelta del curso escolar. Comprar material y libros para los más pequeños de la familia suele ser un gran pellizco para la economía de casa, hasta el punto de que a muchos les cuesta salir airosos del noveno mes del calendario sin apretarse el cinturón seriamente.
Ya en 2016 las cifras lo decían. La vuelta al cole costó una media de casi 400 euros por niño. Esto, en un hogar donde solo hay un salario y hay dos pequeños supone un total de 800 euros. Ahora sumemos la mensualidad de la hipoteca o el alquiler, las facturas de luz, agua, teléfono, las necesarias compras, gasolina… Con los sueldos que se frecuentan en muchos hogares, ni la mayor argucia matemática arroja algo positivo.
Muchas familias tienen que acudir a ayudas económicas para poder salir adelante en este mes tan complicado, o incluso en otros en los que los gastos sorpresa arrasan con sus ahorros. Para estas situaciones hay muchas alternativas disponibles tanto en cualquier entidad financiera como a través de internet. Algunas son más complejas y requieren más procedimientos, pero a su vez permiten solicitar cantidades más elevadas; otras son mucho más sencillas y prácticamente instantáneas, pero en consiguiente ofrecen cantidades bastante inferiores.
El medio más común a la hora de acudir a este recurso es solicitar lo que se conoce como préstamos privados. Se trata de préstamos entre particulares que ya no solo se aplican a situaciones de necesidad como la que citamos, sino también a otras en las que necesitas una buena suma, como por ejemplo puede ser la apertura de negocio o la compra de un local. Lo que caracteriza a estos créditos es que son una alternativa a los bancos mucho más versátil ya que, por ejemplo, los conceden incluso aunque el solicitante figure en un listado de morosos.
El caso de Credit Cash es una buena ilustración para esto. Esta compañía ofrece préstamos privados valencia y, realmente, en toda España. No se corta en detallar qué es lo que los diferencia de los tradicionales, además de recordar por qué son toda una ventaja con respecto a estos.
Por lo general, son perfectos para afrontar gastos de herencias, cancelar deudas y salir de los incómodos registros de morosos, reunificar créditos o hasta, como decíamos antes, iniciar un nuevo proyecto. Son muchas las motivaciones que pueden justificar su solicitud, como también son muchas para las que son adecuados.
Versátiles en su uso y flexibles en sus requisitos. Puedes solicitar los préstamos privados estando en paro, sin tener ingresos justificables, figurando en listados de morosos como ASNEF y sin tener que pagar por adelantado. Son mucho más cómodos que los tradicionales y se están convirtiendo en la preferencia del público por razones que, a estas alturas, son más que evidentes.
Si te animas a solicitar un préstamo de este tipo con Credit Cash, te conviene saber que son famosos por la rapidez de su respuesta y la total discreción con la que actúan. En un plazo máximo de 24 horas sabrás si se te concede el crédito solicitado y sin hacer ninguna pregunta sobre su finalidad ni exigencias para justificarlo.
Por otro lado, el proceso de solicitud es bien sencillo. Puedes hacerlo a través de un número de teléfono habilitado en su portal o a través de un formulario que también aparece en él mismo. En el caso de recurrir a este último, los datos a introducir son tu nombre, apellidos, teléfono, e-mail, importe, provincia y ciudad donde resides. Evidentemente, tras este primer paso, debes aportar un mínimo de documentación para que la maquinaria pueda empezar a funcionar y se te conceda lo que deseas.
Ya sea porque estés apurado por ver que las cuentas no salen para llegar a fin de mes y quieres quitarte alguna deuda de paso, porque tienes una genial idea y necesitas dinero; da igual el motivo, con los préstamos personales tienes una baza muy útil con la que conseguir un dinero extra. Aunque, evidentemente, tendrás que devolverlo en los plazos estipulados y con los intereses añadidos.
Estos últimos dependerán del plazo que se determine. A más tiempo, mayor interés y por tanto más dinero a pagar. Encontrar el equilibrio entre ambos factores y llegar a un resultado que puedas asumir sin problema es la clave para poder seguir adelante con tranquilidad y con un potente empujón económico. Además, sin tener que dar explicaciones de ningún tipo ni justificar nada. Fácil, ¿no?